A veces los astros confluyen para que hagamos algo inesperado, imprevisto, sorprendente...
En mi caso va a ser esta entrada, la segunda de esta semana y encima para participar en un concurso. No digáis que exageraba con los adjetivos de arriba.
Del concurso me enteré casualmente ayer por Loly Llano de O garfelo y la cosa quedó en una broma.
Pero al día siguiente mi santo, a la sazón insigne panadero, volvió a conseguir el pan mas raro del mundo, el "pan burbuja".
Esta variedad aparece de guindas a brevas en nuestra panificadora y aunque sospechamos que la causa es un exceso de harina, aun no hemos dado con el conjuro para invocarlo, por lo que tenemos que esperar a una aparición espontánea para poderlo pellizcar.
Porque si algo es el "pan burbuja" es altamente pellizcable. En conjunto es una amalgama de "migas" que por arte d magia se sostienen en una bola sin desmoronarse, pero tienen la gracia de tener textura de miga y corteza cada una.
En fin que uniendo cabos decidí apuntarme con un "montadito de nocilla" al concurso de aniversario (¡Felicidades!) del blog CLJ.
Intentando seguir la filosofía del blog promotor y la del mio me acorde de un experimento de David Monaguillo, la "fresaca", una suerte de pantumaca, pero con nombre de gogo poligonera y que como habréis imaginado lleva fresa en lugar de tomate. Al lío:
Montadito de nocilla y fresaca
Una rebanada de pan burbuja si creéis en los milagros, sino cualquier otro
1 fresa madurísima
aceite de oliva y sal maldon (o gorda)
nocilla (Que en casa siempre hemos sido de "nocilla, que merendilla")
Tostar el pan y frotarlo con la fresa, espachurrando bien. Poner un chorrito de aceite de oliva, dejar empapar unos segundos. Untar con la nocilla (Que resbalará un poco) y espolvorear con la sal.
Una gochez absoluta de las que no se puede comer solo una!