martes, 30 de abril de 2013

Montadito de nocilla y fresaca


 
   A veces los astros confluyen para que hagamos algo inesperado, imprevisto, sorprendente...
En mi caso va a ser esta entrada, la segunda de esta semana y encima para participar en un concurso. No digáis que exageraba con los adjetivos de arriba.
  Del concurso me enteré casualmente ayer por Loly Llano de O garfelo y la cosa quedó en una broma.
Pero al día siguiente mi santo, a la sazón insigne panadero, volvió a conseguir el pan mas raro del mundo, el "pan burbuja".


  Esta variedad aparece de guindas a brevas en nuestra panificadora y aunque sospechamos que la causa es un exceso de harina, aun no hemos dado con el conjuro para invocarlo, por lo que tenemos que esperar a una aparición espontánea para poderlo pellizcar.
   Porque si algo es el "pan burbuja" es altamente pellizcable. En conjunto es una amalgama de "migas" que por arte d magia se sostienen en una bola sin desmoronarse, pero tienen la gracia de tener textura de miga y corteza cada una.


  En fin que uniendo cabos decidí apuntarme con un "montadito de nocilla" al concurso de aniversario (¡Felicidades!) del blog CLJ.


  Intentando seguir la filosofía del blog promotor y la del mio me acorde de un experimento de David Monaguillo, la "fresaca", una suerte de pantumaca, pero con nombre de gogo poligonera y que como habréis imaginado lleva fresa en lugar de tomate. Al lío:


Montadito de nocilla y fresaca

Una rebanada de pan burbuja si creéis en los milagros, sino cualquier otro
1 fresa madurísima
aceite de oliva y sal maldon (o gorda)
nocilla (Que en casa siempre hemos sido de "nocilla, que merendilla")

Tostar el pan y frotarlo con la fresa, espachurrando bien. Poner un chorrito de aceite de oliva, dejar empapar unos segundos. Untar con la nocilla (Que resbalará un poco) y espolvorear con la sal.
  Una gochez absoluta de las que no se puede comer solo una!

  

lunes, 29 de abril de 2013

Costilla de ternera asada en un "Juego de hornos"

  

   ¿No te ha pasado nunca saber que algo que estás haciendo bordea peligrosamente lo bochornoso... y aún así no puedes dejar de hacerlo?
    Pues así es como me siento yo, y el origen de esta sensación está en el blog biscayenne. Mi obsesión por esta guía para glotones irredentos raya ya lo patológico.
    No se qué me gusta más: sus recetas deliciosas, el diseño maravilloso o los descacharrantes a la par que interesantísimos textos...
 ¡Que estoy obsesionada, vamos! no puedo evitar sentirme como una groupie adolescente, patética  pero muuuy feliz.


  Así que no he podido resistirme a su convocatoria de hacer una receta "medieval" para su "Juego de hornos".
    La cocina del medievo era muy diferente a la nuestra, pero no era básica, todo lo contrario. En las categorías sociales más altas lo que lo petaba era una cocina ostentosa y muy sofisticada porque el acceso a determinados alimentos, preparaciones y condimentos era lo que confirmaba el poder del anfitrión ya que las leyes suntuarias ordenaban lo que estaba permitido comer, vestir o incluso los colores que se podían usar según las profesiones o las clases sociales.


    Para muestra el menú del banquete de la boda del marqués Gian Giacomo Trivulizio de Milán, celebrado en 1488:

Pastelitos de piñones y de almendra con azúcar
Espárragos
Salchichas y albóndigas
Perdices con salsa
Dos cabezas de ternera, una dorada y otra plateada
Capones, salchichas, jamón y jabalí servidos con una variedad de potajes delicados
Cordero asado con salsa de cerezas amargas
Bandejas con diversas aves asadas
Pollos guisados con azúcar y agua de rosas
Crema perfumada con salvia
Membrillos cocidos con piñones, azúcar y canela
Confituras
Diez tartas diferentes
Confites de especies


   Debido a las restricciones religiosas la carne estaba prohibida casi una tercera parte del año así que no podía faltar en cualquier comilona de postín. Lo mismo sucedía con las especias, que eran un lujo que pocos podían permitirse... Lo que parece común era pegarse unos atracones mortales, tradición heredada de los romanos, que consideraban de buen tono vomitar entre platos para hacer "huequito".

   En fin, yo me he decidido por unas costillas de ternera asadas, porque como dicen en la
ruta antimalenis de Madriz, a mi me gusta lo bello y no lo bonito...y ese es el fin de este blog, demostrar que con un poco de cariño casi cualquier cosa se puede convertir en un plato precioso!
(Que no hay nada mas triste que oir eso de "Pero de sabor esta bueno...")


Costillas Asadas

1 kg y medio de costilla de ternera cortada
1 diente de ajo picado mas 1 cabeza entera
3 c.s. de miel
1 c.s. de harina
1 c.p. de mostaza a la antigua
romero, tomillo
1 c.s. de vinagre
1 vaso de vino
Sal y pimienta

  Se mezclan todos los ingredientes menos la cabeza de ajo y se deja la costilla en esa marinada toda una noche, volteando alguna vez.
  Al día siguiente precalentamos el horno a 150º y ponemos la costilla y la cabeza de ajo entera 2 h, bañando de vez en cuando con la marinada. 10 min. antes de sacarla, subir el horno a 220º para que quede dorada por fuera y tierna por dentro.
  Servir acompañada de un par de dientes de ajo, que se han confitado y resultan deliciosos.



miércoles, 10 de abril de 2013

Sopa de pollo italiana...a que te vas calentito!


 Cuando crees que el invierno ha terminado, porque has tenido la suerte de irte de vacaciones de semana santa a un sitio donde haga calor o porque ingenuamente te has creído los anuncios de el corte inglés, el retorno de las borrascas puede sumirte en las más bajas De-presiones.


   En cualquier caso cualquier añoranza por las comidas veraniegas se ve sepultada bajo esa inevitable montaña de kleenex  causada por el "virus estacional" que este año sin duda habrá mutado a malo malíiisimo.
  Un cuadro  triste donde los haya que necesita de un hombro en el que llorar o al menos de una sopa reconfortante...y no hay duda de que en nuestra memoria cinematográfica, o al menos en la mía, la reina de las sopas amorosas, cariñosonas y que te trasladan a esa infancia ideal en la que una abuelita de cuento te arropa con una manta es la sopa de pollo.


  Yo siempre había pensado que una sopa de pollo era un básico de andar por casa, cocer el pollo con una cebolla y una zanahoria, añadir alguna hierba y listo... entonces me topé con un libro increíble, "Especialidades de Nápoles y Sicilia (Made in NYC) ", que me ha hecho querer tener una mamma o al menos un nonno siciliano!
  La sopa que David Ruggerio nos presenta es profundamente italiana (Ains!) pero si quieres darle un sabor menos "típico" puedes prescindir de la albahaca y el parmesano, e incluso del pan de ajo, aunque esto último no te lo recomiendo, porque le da un toque viejuno insuperable!


  El apio, es una verdura que empecé a incluir en todos mis caldos a raíz del descubrimiento de esta receta, si no se abusa de el tiene un aroma elegante comparable al de la pera (en elegancia, no en aroma) y si nos gusta aporta un toque crujiente a las sopas. Por otro lado los champiñones dan un golpe de fuerza al plato. El perejil picado perfuma admirablemente junto con la mantequilla que le da ese toque cremoso...
  En este punto pensaréis que se me ha ido la mano, "Que sólo es una sopa de pollo, por dios...". Pues si eso es lo que diréis al probarla "POR DIOS!"
   Yo he hecho algunas alteraciones, pocas, espero que os guste. Sin más preámbulos, al lío:



ZUPPA ALLA GADDINA ANTICA

Para el caldo:
1 carcasa de pollo, un muslo con su contra muslo
1 zanahoria
1 tallo de apio
1 diente de ajo
1 cebolla pequeña
1 ramito de perejil fresco
Para la sopa:
25 gr de mantequilla
2 cs de aceite de oliva virgen
1 cebolla pequeña picadísima
6 champiñones limpios y cortados en daditos
1 manojito de perejil fresco picado
Fideo cabellín al gusto
Para servir:
4 rebanadas de pan tostadas y frotadas con ajo
12 hojas de albahaca
parmesano recién rallado

Poner el pollo bien lavado y el resto de los ingredientes del caldo en una cazuela con 2 litros de agua. Llevar a ebullición, salar al gusto y bajar el fuego a moderado cocinando tapado 1 hora.Espumar de vez en cuando.

Sacar el pollo, desechar la piel y los huesos y desmenuzar la carne.
Cortar el apio y la zanahoria en daditos.
Colar el caldo con un colador fino, dejar enfriar y retirar la grasa que habrá subido a la superficie.

Poner la mantequilla y el aceite en una cazuela y calentar a fuego, cuando empiece a chisporrotear añadir las verduras picadas y el perejil. Saltear 10 min. Agregar el pollo, salpimentar y cocinar 5 min mas. Añadir el caldo y cocer 10 min. Añadir entonces el fideo y cocinar al punto.Antes de servir espolvorear con la albahaca.

Poner una tostada en cada plato y servir la sopa por encima. Añadir queso al gusto.