sábado, 22 de diciembre de 2012

Rocas de chocolate y granada ¿Las navidades bien o en familia?

Odias la navidad...¿A que sí?
   Yo hoy por hoy soy un bicho raro en este asunto porque, aunque cada año me encuentro con motivos nuevos y contundentes para no hacerlo, sigo disfrutando de estas fechas.


   Me gustan muchas cosas (Y si lo piensas a ti también): Encontrarte con los amigos a los que ves de guindas a brevas, pegarme comilonas tremendas sin ningún remordimiento, los dulces de toda la vida, las vacaciones...No me digas que no se te pone una sonrisilla boba con alguna de estas cosas.y si no por lo menos vamos a intentar hacértelas menos desagradables.


   Desde luego este año parece que el tema crisis va a planear sobre las celebraciones, así que en lugar de gastar a lo loco por qué no nos lo curramos un poco, con unos cuantos detallitos puedes convertir estas celebraciones en algo mas personal e interesante.


  Lo obvio, cuida la presentación, una mesa bien montada, con una bonita decoración , que puedes hacer con cosas de andar por casa , velas frutas, papel de estraza...Mejor algo sencillo que un centro de plástico de los chinos! Elige platos que puedas preparar con antelación para disfrutar de la cena. No te olvides de las bebidas, que a última hora en muchas casas se pegan un palizón tremendo a cocinar y luego te sacan el peñascal, el lambrusco o la sidra el gaitero. Busca en la red, hoy en día hay vinos ex-ce-len-tes a precio de tetrabrick, o poco más y  suena pijo, pero no me digas por qué (ya se que tiene explicación...) pero te sabrá mejor en unas copas que en los vasos de la nocilla.


  Las comidas tienen que ser pantagruélicas o no es navidad, que ahora hay mucho snob que va del palo "ni que estuviéramos pasando hambre todo el año..." Una navidad sin empacho está condenada al fracaso, porque que familia resiste una sobremesa sin esas digestiones eternas que ralentizan el cuerpo y la mente.
   Tampoco es buena idea cambiar radicalmente el menú de toda la vida, eso déjalo para otro día... que a tu abuela el pato laqueado, la cebolla confitada y el sushi la van a dejar muerta y no de gusto precisamente. Puedes incluir platos nuevos pero conservando los viejos, a lo mejor una lista de platos más larga te sirve para reducir gastos: menos ingredientes caros + una presentación nueva y cuidadosa = éxito seguro. Prepara unos buenos, abundantes y variados aperitivos para que no llegue el personal con un hambre de lobo a la mesa.


  3º No pongas ningún dulce con envoltorio de plástico en la mesa. Arrrggg, nada peor, que se vea ese cariño, hombre! Puedes intentar incluso hacer unas cuantas golosinas propias, sin matarte te sorprenderás del resultado. Por ejemplo, funde azúcar para hacer guirlaches y crocantes añadiendo frutos secos, sésamo, puedes utilizar moldes o hacer una torta grande y partirla en trozos. Unos conos de masa rellenos de crema de castaña...o la receta de hoy :

Rocas de chocolate (20 u)
150 gr de cobertura de chocolate de buena calidad
3 c.s. de granos de granada
2 c.s de muesli de desayuno crujiente.
Azúcar glas

   Templar el chocolate en un baño de vapor con la técnica del 2/3-1/3. Esto consiste en fundir en chocolate en dos pasos, enfriándolo entre ellos, de esta manera la cobertura quedará mas brillante y no sudará, para ello fundiremos 2/3 del chocolate y cuando este liso añadiremos el tercio restante, consiguiendo así que baje la temperatura.
   Poner un tercio del chocolate en un cuenco y mantener el resto al vapor. Añadir los cereales que deben quedar totalmente cubiertos y con la ayuda de dos cucharillas de café formar montoncitos bajos sobre un papel de horno, deben quedar del diámetro de una moneda de €.
  Mezclar ahora el resto del chocolate con la granada con mucho cuidado para no romper los granos
y poner pequeñas porciones sobre los montoncitos que hicimos antes, recubriendo bien chocolate toda la granada . Cuanto más pequeñas queden nuestras rocas mejor resultarán.
   Espolvorear los bombones con azúcar glas. Se conservan en un sitio fresco (Nunca el chocolate en el frigo!) unos tres días.



  

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Crocuras: Asian dub foundation o una croqueta diferente

  Siempre he odiado el circo, desde pequeña, los payasos a los que nunca les vi la gracia, los trapecistas y sus trajes, esos trajes...Pero hace años me fascinó el cartel de un circo que anunciaba su fiera estrella: El ligre, mitad león mitad tigre. Lo naif de la idea me ha quedado grabado a fuego, y me sorprendo aun ahora aplicando esa filosofía a muchas de las cosas que hago.
 Cocreta, crocreta, concreta...Parece que la cro-que-ta puede con cualquier atropello nominativo sin despeinarse ¿porqué no crocura o tempreta?

  
    Me explico, fusionando los mejillones con cáscara comestible pergreñados por David Monaguillo en su blog  y las mermeladas de frutas combinadas que vi en "mermeladas y conservas " de susaeta se me ocurrió hacer unas croquetas que combinaran varios sabores y que en lugar de el clásico empanado utilizar tempura, debidamente customizada para recubrirlas, ya sea para aromatizar o teñir e incluso para conseguir textura.


   Hace años una vecina de mi hermana que no sabía ni freír un huevo le preguntó como se hacían las "croquetas de cocido" y mi hermana le dijo "con lo que sobra", refiriéndose a la carne, pero la otra literalmente puso todo: Carne, tocino, garbanzos, fideos...ji,ji. Sin llegar tan lejos empecé a pensar combinaciones viables, el brainstorming fue un éxito:
   Cordero y piñones con cilantro con tempura "curcumada"
   Jamón asado y granada con tempura con washabi
   Pavo asado y reineta y con tempura de te matcha
   Conejo con setas y con tempura de curry
   Bacalao y patata con tempura con cebolla crujiente
   Brécol y panceta con tempura al queso
   Gambas y merluza con tempura negra


 Pero una cosa es la teoría y otra la práctica, tenía miedo a que el rebozado no aguantase y en plena fritura aquello se convirtiera en una catástrofe de explosiones. Hice una bechamel no muy líquida, forme las croquetas y las pasé por harina, sumergiendolas luego en tempura las freí en aceite de oliva abundante y bien caliente, teniendo cuidado de que no se pegasen unas a otras...voila! El resultado fue fantástico, una fritura crujiente, ligera y un contraste de sabores
delicioso. Y encima mucho menos trabajoso que empanar!


   Os doy mi receta para la bechamel, pero evidentemente podeis utilizar la vuestra y hacer tantas combinaciones como se os ocurran. Para mi el secreto de unas buenas croquetas está en una harina bien tostada y en muchas vueltas...cocer bien la crema sin dejar de remover al menos media hora es el camino de la gloria. En cuanto a la proporción para croquetas en de 100 gr de harina por cada 500/600 ml de líquido que debe estar siempre en una proporción de mínima de 3/4 de leche si es que le vas a añadir otro líquido como caldo, aunque la consistencia dependerá totalmente de cuanto la cocineis, a más tiempo más espesa.


    He elegido la que me ha parecido más sorprendente, la de jamón asado y granada (unas 20n u.)
  100 gr de harina
  550 ml. leche
  4 cs de demi glace o caldo concentrado de carne
  150 gr de jamón asado picado (no cocido ni curado)
  100 gr de granos de granada
  110 gr de mezcla para tempura y el agua que indique el paquete
  10 gr de shitakes secos cortados en láminas y picados
  Aceite de oliva


  En una sartén poner un fondo de aceite y calentar a fuego medio rehogar la harina removiendo hasta que esté tostada, unos 5 min. Esto es imprescindible para que la bechamel no tenga un desagradable sabor a harina cruda.
  Ir añadiendo la leche poco a poco sin parar de remover hasta que esté bien mezclada y sin grumos. Añadir el demi glace y seguir removiendo hasta que la bechamel adquiera la consistencia apropiada. Añadir el jamón y mezclar.Retirar.
  Dejar templar fuera del fuego y añadir entonces la granada, con mucho cuidado para que los granos queden intactos.
   Pasar a una fuente y TRUCO: cubrir con un film "pegado" directamente a la bechanmel, esto evitará que se forme costra. Enfriar.
   Formar las "crocuras" con la forma que queramos y pasar por harina.
   Preparar la tempura según las instrucciones del paquete y sumergir cada bola, espolvoreandola enseguida con las láminas de shitake.
   Freir de pocas en pocas, evitando que se toquen, en aceite caliente dando la vuelta enseguida y poner sobre un papel de cocina, aunque si el aceite está a la temperatura apropiada apenas absorverán aceite.
   Y ahora  a disfrutar!